La nota simple registral es el documento que recoge la información disponible en el Registro de la Propiedad sobre un bien inmueble, descubre cómo y dónde solicitarla y las tasas aplicables.
- Qué es la nota simple registral
- Cómo y dónde solicitar la nota simple de un inmueble
- Precio de la nota simple de una vivienda
Qué es la nota simple registral
Se denomina nota simple registral a un escrito que contiene información sobre una finca inmobiliaria dentro del territorio español. En dicho documento se especifica el nombre del titular y cómo se convirtió en propietario, el tipo de inmueble, el uso que se le da, su área en metros cuadrados, cuáles son sus lindes, su orientación y ubicación.
Si el inmueble pertenece a una comunidad de propietarios, la nota simple indica, además, cuál es el coeficiente de participación dentro de la misma. Este número indica qué tanta relevancia tiene el voto del dueño de la finca en las decisiones que se toman por consenso. Asimismo, permite calcular a cuánto ascienden las contribuciones del titular.
Por otro lado, el documento señala cuáles son las cargas, es decir, los compromisos que pesan sobre la finca. Tal es el caso de las hipotecas y los alquileres. Al mismo tiempo, puede incluir información sobre impuestos y otras aportaciones no cubiertas. El escrito también explicará si, como resultado del incumplimiento de las obligaciones antes mencionadas, la propiedad ha sido embargada de manera parcial o total.
Generalmente, quienes solicitan una nota simple ante el Registro de la Propiedad lo hacen por dos razones. La primera responde a su interés por vender o por adquirir una finca. Ambas partes necesitan una prueba tangible de que el inmueble no atraviesa por problemas legales. La segunda motivación tiene que ver con la cesión de una herencia. El beneficiario tiene derecho a saber qué cargas tiene la propiedad antes de decidir si la acepta o no.
Cómo y dónde solicitar la nota simple de un inmueble
Hay dos maneras de solicitar una nota simple ante el Registro de la Propiedad. El interesado deberá acudir personalmente a una de las oficinas correspondientes o realizar el trámite en línea a través de un intermediario. Sea cual sea el método elegido, es indispensable contar con algunos datos. El solicitante tiene varias opciones a su disposición.
- Pedir la nota simple mediante el IDUFIR. El Identificador Único de Fincas Registrales es una clave que hace alusión de manera inequívoca a un bien inmobiliario dentro del territorio del país. Quienes conocen este dato, no tienen que dar más información. Se trata, por tanto, de la alternativa más rápida y sencilla.
- Proporcionar los datos registrales. La solicitud se llevará a cabo una vez que se hayan ingresado el número de registro de la finca, la provincia y el municipio o el registro.
- Suministrar los datos del titular. Para efectuar esta clase de búsqueda, es un requisito contar, al menos, con el nombre completo y el NIF del propietario. Ahora bien, si hay más de una finca a nombre de esta persona, será necesario indicar la ubicación del inmueble en cuestión. Mientras más específica sea esta información, mejor.
- Consulta por medio de la dirección o la geolocalización. Este recurso está recomendado para aquellos solicitantes que no cuenten con ninguno de los datos mencionados anteriormente. La búsqueda arrojará resultados positivos siempre y cuando la dirección del inmueble coincida exactamente con la que se tiene en el Registro de la Propiedad. Algunas fincas también se pueden localizar proporcionando sus coordenadas en el sistema de posicionamiento global, aunque nada garantiza que el inmueble esté identificado de esa manera en el sistema.
Precio de la nota simple de una vivienda
¿Cuánto cuesta una nota simple? El precio varían dependiendo del documento solicitado y del profesional que realice la consulta en representación del interesado.
La publicidad de índices y los asientos de presentación conllevan unas tasas mínimas de seis euros. Las certificaciones de dominio y las negativas de cargas tienen una tasa aproximada de nueve euros. En lo que respecta a los certificados de cargas, la tasa asciende a veinticuatro euros. A cada trámite hay que añadirle los impuestos que correspondan así como los gastos de gestión si solicitamos los servicios de una gestoría administrativa.